Descubriendo la vida que habita bajo la arena: escolares exploran la biodiversidad costera junto a la UV y ONG Ecomar
20 Oct 2025
Más de 500 estudiantes de establecimientos de la comunidad estudiantil de Viña del Mar, particulares y públicos, participaron en el proyecto “La vida oculta entre los granos de arena”, una iniciativa liderada por el profesor Alfredo Pérez junto a la ONG Ecomar, que busca acercar a niños y niñas a la biodiversidad marina y fomentar la conciencia sobre la importancia de conservar los ecosistemas costeros.
Una mañana soleada en la playa de Montemar fue el escenario perfecto para que estudiantes de séptimo y octavo básico de la Escuela Luisa Nieto de Hamel de Viña del Mar se convirtieran, por unas horas, en pequeños biólogos marinos. Provistos de lupas, fichas de observación y mucha curiosidad, participaron en una de las jornadas de cierre del proyecto titulado “La vida oculta entre los granos de arena”, impulsado por la Escuela de Biología Marina de la Universidad de Valparaíso, en colaboración con la ONG Ecomar como socio estratégico.
La actividad comenzó con una sesión introductoria en la Facultad de Ciencias del Mar y de Recursos Naturales, donde los escolares conocieron el ecosistema marino y los organismos que habitan en la arena. Luego, en terreno, aprendieron a utilizar técnicas de muestreo y observación para descubrir las especies bentónicas —aquellas que viven en el fondo marino— que conforman este fascinante y poco visible ecosistema.
Guiaron las actividades los integrantes de la ONG Ecomar: José Barría, director de la organización y académico de la Escuela de Biología Marina de la UV; Constanza Araya, presidenta de la ONG y académica de la misma unidad, y Katherine Villagrán, bióloga marina y miembro de la organización.
En la jornada, los estudiantes encontraron, entre otros, “pulguitas de mar”, poliquetos, crustáceos y pequeños moluscos que habitan bajo la superficie.
“Hoy tuvimos suerte, porque logramos observar una gran diversidad de animales. Es emocionante ver la sorpresa de los niños cuando descubren que bajo sus pies existe todo un mundo vivo que no se ve a simple vista”, señaló Barría.
“Hoy tuvimos suerte, porque logramos observar una gran diversidad de animales. Es emocionante ver la sorpresa de los niños cuando descubren que bajo sus pies existe todo un mundo vivo que no se ve a simple vista”, señaló Barría.
El biólogo marino destacó que el objetivo del proyecto es generar conciencia en las nuevas generaciones sobre la riqueza y fragilidad del ecosistema costero.
“La importancia principal es que los chicos puedan descubrir que existe una gran diversidad de animales oculta entre los granos de arena. Ese era nuestro primer objetivo: que tomen conciencia de que en la misma arena donde juegan, descansan y se bañan, también habitan distintas especies que tienen ahí su hogar. De esa forma, al conocerlos, aprenden también a cuidar este lugar. Así, cuando hagan un castillo de arena o un hoyo en la playa y se encuentren con alguno de estos pequeños animales, sabrán que son parte primordial del ecosistema y que merecen ser protegidos. Al entenderlo, ellos mismos van a ayudar a conservarlos”, enfatizó.
José Barría agregó: “Nos encontramos en la concesión marina de Montemar, que corresponde a la única caleta de Viña del Mar. Este lugar se caracteriza por su gran riqueza de especies, especialmente de organismos bentónicos, como poliquetos, crustáceos y bivalvos. Es un ecosistema muy importante, ya que muchos de estos animales constituyen la base de la alimentación de las aves que habitan la zona. Por eso aquí también observamos una gran diversidad de aves, que dependen de esta abundancia de vida en la arena. Todo forma parte de un ciclo natural”, explicó.
Tras la experiencia en la playa, las y los estudiantes regresaron al laboratorio para observar sus muestras bajo la lupa y registrar sus hallazgos en fichas ilustradas, describiendo el color, forma y características de los organismos recolectados. Finalmente, cada participante recibió un diploma y una lupa como reconocimiento por su participación.
Para Camila Galaz, profesora de la Escuela Luisa Nieto de Hamel, la experiencia fue enriquecedora tanto para las niñas y niños, como para los docentes acompañantes.
“En la escuela tenemos un sello ambiental y a los niños les encanta la naturaleza. Disfrutan mucho de actividades como el taller de huerto, por ejemplo, y experiencias como esta son muy enriquecedoras para ellos. El aprendizaje no ocurre solo dentro del aula, por eso valoran tanto estas instancias. Les gusta participar, se entretienen y no tienen problema en ensuciarse las manos. Además, son espacios muy valiosos también para nosotros como adultos, porque nos permiten compartir y aprender junto a ellos. Así que muchas gracias”, comentó, y complementó: “Uno va a la playa y no se imagina todos los animalitos que hay debajo de nosotros cuando caminamos”.
La docente agregó que la experiencia deja huellas duraderas: “Con este tipo de actividades ellos aprenden y desarrollan una mayor conciencia. Y, aunque no lo crean, tiempo después siguen comentando la experiencia vivida con sus compañeros más pequeños: les cuentan cómo fue la actividad, qué aprendieron y qué descubrieron. No se guardan lo vivido, sino que siempre lo comparten”, afirmó.
El proyecto “La vida oculta entre los granos de arena”, liderado por el profesor Alfredo Pérez, académico de la Escuela de Biología Marina y vicedecano de la Facultad de Ciencias del Mar y de Recursos Naturales de la UV, busca acercar la ciencia al territorio y fortalecer la vinculación con las comunidades educativas locales.
Durante su desarrollo, la iniciativa logró convocar a cerca de quinientos cincuenta escolares de distintos establecimientos, públicos y privados, de la comuna de Viña del Mar, quienes participaron en charlas, talleres, visitas y salidas a terreno.