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La iniciativa presenta como fecha tentativa el 30 de noviembre, día en que se conmemora a la industria a nivel mundial.
Con el objetivo de contribuir a que la comunidad conozca y entienda la relevancia de la actividad acuícola en Chile, el Comité Oceanográfico Nacional (CONA), junto a la Universidad de Valparaíso y con el apoyo de autoridades sectoriales, realizó un acto para proponer el 30 de noviembre como Día Nacional de la Acuicultura.
El lanzamiento de la propuesta se llevó a cabo en el marco de un simposio con destacados conferencistas, que relevaron el rol de la industria acuícola en la economía nacional y sus aportes en el ámbito social y medioambiental.
Tal como lo destacaron los expositores, quienes también participaron en una mesa redonda que moderó la investigadora UV Doris Oliva, hoy la acuicultura representa la tercera actividad económica más importante de Chile. El país se sitúa en una posición privilegiada a nivel mundial por cuanto es el segundo productor de salmón después de Noruega, el primer país productor de trucha arcoíris, segundo productor de choritos después de China y es el primer exportador de choritos, según cifras de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). Además, Chile está dentro del ranking de los diez principales países acuicultores del mundo.
Al acto, que se efectuó en el auditorio Héctor Etcheverry de la Facultad de Ciencias del Mar y de Recursos Naturales de la Universidad de Valparaíso, asistieron el decano Ricardo Bravo; el secretario ejecutivo del CONA, Juan Fierro; el jefe de la División Acuicultura de la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura, Eugenio Zamorano; el presidente del Grupo de Trabajo Acuicultura (GT ACU) del CONA, Marcelo Campos; la jefa del departamento de Gestión de Programas de Fiscalización de Acuicultura de la Subdirección de Acuicultura de Sernapesca, Paulina Isler; y el presidente de la Sociedad Chilena de Acuicultura, Antonio Vélez, junto a autoridades universitarias y académicas, investigadores, estudiantes e invitados especiales.
El decano Ricardo Bravo valoró la iniciativa. Según sus palabras, la actividad acuícola es uno de los motores económicos del país: “Esta industria genera una cantidad de trabajo enorme y además colabora con algo importantísimo hoy en día en el mundo, que es contribuir a la seguridad alimentaria. Estamos viviendo una situación compleja a nivel mundial por el crecimiento exponencial de la población y la escasez de alimentos, entre otras amenazas. Todo esto se confabula para que se genere una situación compleja a nivel económico. Y en este caso la acuicultura tiene un rol fundamental. Lamentablemente, en Chile ciertos sectores de la población le dan una connotación un tanto negativa, pero eso tendría ir mejorando, porque las cosas se están haciendo bien ahora. De hecho, hay más fiscalización y una acuicultura sostenible. Estos avances hay que darlos a conocer y la Universidad debe jugar un papel importante en este aspecto”.
Por su parte Marcelo Campos, presidente del Grupo de Trabajo Acuicultura (GT ACU) del CONA y uno de los impulsores de la iniciativa, señaló que “con esta celebración, que esperamos sea la primera de muchas, pretendemos contribuir a que la comunidad comprenda la importancia de la acuicultura en nuestro país y el mundo, como asimismo que advierta el compromiso de ésta con el desarrollo sostenible, la investigación científica y tecnológica, la innovación, la creación de riquezas y el bienestar tanto de los ecosistemas como de la sociedad civil”.
Paulina Isler también apoyó la iniciativa: “Somos un país pionero, el segundo a nivel mundial en salmónidos y estamos en el ranking de los diez principales exportadores acuícolas del mundo. Para nosotros instaurar el Día Nacional de la Acuicultura es muy motivador. Recibimos muchas visitas extranjeras que quedan asombradas con lo que hemos avanzado en materias de regulación y control sanitario y ambiental. También a nivel productivo destacamos en innovación y tecnología. Lo veo como una gran oportunidad para seguir avanzando”.
Las extraordinarias condiciones naturales del país para el desarrollo de la acuicultura de manera sustentable, junto a su crucial importancia para el futuro de la humanidad, representan para Chile una oportunidad de crecimiento en un área en que ya se ha consolidado como un referente en la industria a nivel mundial. Por eso los impulsores de la iniciativa esperan que la propuesta presentada en la Universidad de Valparaíso tenga una buena acogida de parte de las autoridades.
Conferencias
Las conferencias que se dictaron durante la jornada fueron:
“Gestión sanitaria y ambiental de la acuicultura: visión de la autoridad”, a cargo de Paulina Isler.
“La acuicultura y su aporte en la economía nacional”, por Alfredo Valenzuela, consultor y empresario.
“Acuicultura de pequeña escala: oportunidades y desafíos”, por Eugenio Zamorano.
“Diversificación acuícola en la macrozona norte: oportunidades y desafíos”, a cargo de Antonio Vélez.
“Modelos colaborativos para una acuicultura sustentable”, por Axel Klimpel, director ejecutivo de Aqua Pacífico.
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Joven científica de la UV estudia al molusco, que tiene una mirada telescópica y dos retinas.
Una maravilla de la naturaleza es el sistema visual que posee el ostión. Al decir esto muchos se preguntarán: ¿el ostión tiene ojos? Pues sí. Y no solo un par. Dependiendo de su tamaño puede llegar a tener más de noventa ojos, por ejemplar. Así lo señala la joven científica Alejandra Díaz, bióloga marina, titulada de la Facultad de Ciencias del Mar y de Recursos Naturales UV, quien lleva a cabo una investigación —única en Chile— sobre la visión del ostión del norte (Argopecten purpuratus).
El estudio lo realiza en el Laboratorio de Electrofisiología de la Universidad de Valparaíso (UV), que dirige el doctor Oliver Schmachtenberg.
“Efectivamente estamos hablando de un sistema visual muy complejo para un invertebrado. Los ostiones tienen entre sesenta y noventa ojos, pero ayer contabilicé 96 ojos en un individuo. Hay especies que pueden llegar a tener 200 ojos. Otra curiosidad del ostión son sus dos retinas, que se ubican en la parte superior e inferior de cada ojo. A esto se suma otra característica que lo hace único: en la parte posterior del ojo tiene un espejo de cristales de guanina, que funciona de manera similar a las características ópticas de un telescopio, es decir reflectan los rayos de luz que llegan al ojo del animal, que habita en el fondo marino”, sostiene.
Los ojos del ostión son de color azul intenso y se ubican en el borde superior e inferior de su manto (tejido blando que recubre el interior de la concha). Gracias a sus retinas el ostión puede detectar la presencia de un depredador y escapar, pero también es capaz de identificar cambios más lentos que se dan en su medio ambiente, como por ejemplo la presencia de microalgas, nutrientes fundamentales en su dieta alimenticia.
Alejandra Díaz continua diciendo “la capa de cristales de guanina reflejan la luz y la derivan a las retinas. Los rayos de longitud de onda larga se reflejan en la
retina distal, localizada en la zona superior del ojo y los rayos de longitud de onda corta se reflejan en la retina proximal, ubicada en la parte inferior del ojo”, advierte.
La joven científica enfocará su estudio en la retina proximal. Si bien la visión de este invertebrado no es similar a la del ser humano, “la idea principal es estudiar cuál es la función de la esta retina proximal, dado que tiene características típicas de la retina de invertebrados, de los cuales se desconoce a ciencia cierta cuáles son los elementos de la cascada de fototransducción (proceso molecular que ocurre entre la llegada del fotón de luz y la respuesta que se produce en el ojo) involucrados en la señal visual,”, afirma.
Alejandra Díaz estudia desde hace un tiempo el ostión del norte. En el pregrado comparó el ADN del ostión, en sus distintas etapas de desarrollo y propuso una técnica más efectiva y rápida para identificar a la especie en su fase larval. Ese estudio le permitió no solo saber más sobre el ostión, sino también ingresar al programa de Magister en Neurociencia de la Universidad de Valparaíso, en el cual ya está desarrollando su trabajo de tesis.